martes, 10 de abril de 2012

Inteligencia Emocional


Inteligencia Emocional

Cuando hablamos de inteligencia emocional nos referimos a la capacidad de saber, conocer, descubrir, percibir, evaluar, controlar, innovar y relacionar el manejo consciente de los sentimientos, a fin de tomar decisiones acertadas, con capacidad de enfrentar las diferentes situaciones que la cotidianidad envolvente nos presenta día a día en nuestras vidas.

Por esta razón es una herramienta imprescindible para el crecimiento personal, siendo un recurso efectivo y determinante para el logro del éxito en lo que realizas, no sólo en las relaciones afectivas, interpersonales, en el campo laboral, sino que va más allá, te abre la posibilidad de conocerte a ti mismo, aceptar las individualidades de tu entorno, respetar los espacios y requerir te respeten los tuyos.

Esta frase “Conócete a ti mismo".

· Ha sido repetida en cada uno de los siglos de la Historia. Te invito hacer una introspección.
· Conoces lo más íntimo de tu ser?
· Conoces e identificas tus amenazas, cada una de tus carencias y miedos, cada una de tus debilidades?
· Conoces cada una de tus fortalezas?
· Conoces tu tema y reto de vida, tu real vocación, captas los signos y señales de las oportunidades?
· Tienes el mapa de tu propia interioridad?

Hazlo aflorar a la superficie y somételo a la luz de tu propio entendimiento, identificas la necesidad de hacer cambios, acoplamientos o ajustes, disponte a lograrlo con inteligencia emocional.

De acuerdo a tu sincera introspección te darás cuenta que todas las filosofías de pensamientos, las enseñanzas de vida, la psicología, la ciencia..., y otras más nos llevan a identificar al pensamiento socrático.

El cual dice una y otra vez: “conoce lo que piensas, lo que quieres y lo que realizas”.

Te has preguntado, porque es importante que conozcas e identifiques tus pensamientos? Conoces cómo lograr discernir y traer a la realidad esos pensamientos? Identificas cómo está tú poder personal y el don de tu palabra? Te invito a reflexionar:

"Si a la orilla del mar encuentras alguien con hambre, no le regales un pez; enséñale a pescar".
Mao Tse Tung

La aplicación de esta frase, resume la sabiduría universal.

Uno de los objetivos de la inteligencia emocional es estimular la liberación y cambio conscientes de los escombros mentales y transmutar el cúmulo de chatarras emocionales almacenadas que limitan la auto transformación del ser.

Cuando te dispones a transitar el sendero, comienza tu proceso de despertar, el cual no tiene tiempo ni edad, sólo tú lo decides, a través de él logras el conocimiento interior integral, la estructuración y producción de nuevos pensamientos, la activación de la mente creadora, la originalidad e innovar nuevas pautas en tu potencial, las diversas formas de la expresión asertiva, la necesidad, búsqueda, exploración, comprensión y practica de diversas culturas y conocimientos ancestrales, el entendimiento y la importancia de la comunicación interpersonal y la disposición de actuar y relacionar en presente tu transito y cotidianidad.

Se ha enseñado los frutos de la inteligencia a lo largo de la historia, pero te has preguntado si has buscado o te han enseñado a tener más inteligencia. Has regado, nutrido, tus inteligencias?? Tienes información y te has motivado por comprender y practicar la inteligencia emocional, las inteligencias múltiples, las memorias ancestrales, la inteligencia espiritual, la inteligencia ecológica, entre muchas otras más? así como la captación de signos y señales en tu sendero de vida? Te has enfocado aprender a discernir con funcionalidad el caudal de conocimientos que recibes día a día para crecer y mejorar tu vida? Recuerda el sendero es interno, sólo tú puedes decidir cómo y cuándo dar los pasos en el…

Te has dado cuenta que algunas personas parecen dotadas de un don especial que les permite vivir en armonía y bienestar? ¿Por qué no siempre el alumno más inteligente termina siendo el más exitoso? ¿Por qué unos son capaces de enfrentar contratiempos, superar obstáculos y ver las dificultades bajo una óptica distinta? ¿Por qué unos logran sus metas y objetivos con mayor facilidad? Te dejo cada una de estas interrogantes, reflexiona y observa conscientemente el retorno de tus respuestas.

El éxito y bienestar depende de uno mismo, de cada una de las acciones y toma de decisiones. Esto se lograr con el despertar, en el momento que te permitas fusionar mente, verbo y acción, obtendrás tú poder personal, con la disposición de dirigir el faro hacia donde realmente deseas llegar conquistando la victoria de tu tema y reto de vida.

La inteligencia emocional te permite tomar conciencia de tus propias emociones, comprender tus sentimientos y el de los demás, tolerar las presiones, competencias y frustraciones del diario vivir, acentuar la capacidad del trabajo en equipo así como adoptar una actitud empática y social en las relaciones interpersonales lo cual te brindará mayor impulso, posibilidades y progreso para crecer, desarrollar y evolucionar. Así como conocer las bondades y limitaciones de cada uno de tus hemisferios cerebrales para el logro de tu armonía y bienestar de vida.

En un lenguaje claro y accesible, Goleman presenta una teoría revolucionaria
en el libro, Inteligencia Emocional en la práctica. En el expone:

"Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, igualmente de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad".

Igualmente describe, y te lo dejo cómo reflexión:

¿Por qué es importante reconocer los sentimientos? Porque su estado anímico influencia en gran medida lo que usted haga. Cuando usted está triste, se mostrará retraído. Cuando está contento, derrochará buen humor. Pero si usted no sabe cómo está, entonces tampoco sabe cuál es su forma de actuar más probable, y por tanto, no estará seguro de cómo ponerla en práctica.
Dr. Daniel Goleman



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